“Con un proceso continuo de inflación, los gobiernos pueden confiscar, secreta e inadvertidamente, una parte importante de la riqueza de sus conciudadanos”.
John Maynard KEYNES
Hablamos de inflación cuando una moneda pierde valor y de deflación cuando una moneda gana valor con el tiempo. Ambos efectos tienen sus ventajas y desventajas en la economía. Ninguno de ellos es inherentemente bueno o malo. Aunque, por lo general, prefiramos la deflación (la ganancia de valor de nuestros ahorros) a la inflación (la pérdida de valor de éstos). Supongo que forma parte de la manera de ser humana ….
Moneda inflacionista:
La inflación es el incremento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios con relación a una moneda durante un período de tiempo determinado. Cuando el nivel general de precios sube, cada unidad de moneda alcanza para comprar menos bienes y servicios. Es decir, la inflación refleja la disminución del poder adquisitivo de una moneda. Se intenta medir la inflación con el índice de precios (IPC). Corresponde al porcentaje anualizado de la variación general de precios a lo largo del tiempo.
Los efectos de la inflación en una economía son diversos. Pueden ser tanto positivos como negativos.
Efectos negativos:
Disminución del valor real de la moneda a través del tiempo.
Desaliento del ahorro y de la inversión debido a la incertidumbre sobre el valor futuro del dinero.
La escasez de bienes.
Perjudica a los que no son capaces de mantener unos ingresos crecientes a lo largo del tiempo.
Efectos positivos:
Posibilidad de los bancos centrales de los estados de ajustar las tasas de interés nominal con el propósito de mitigar una recesión y de fomentar la inversión en proyectos de capital no monetarios. Otra cosa bien distinta es que este objetivo realmente lo consigan.
Hoy en día, la mayoría de las corrientes económicas están a favor de una tasa pequeña y estable de inflación.
Una inflación pequeña, en vez de nula o negativa, puede reducir la severidad de las recesiones económicas. Permite que el mercado laboral pueda adaptarse más rápidamente en una crisis. Se reduce el riesgo de que una trampa de liquidez impida una política monetaria de estabilización de la economía. La tarea de mantener la tasa de inflación baja y estable se asigna, generalmente, a las autoridades monetarias de cada país.
Moneda deflacionaria:
La deflación puede desencadenar un circulo virtuoso. Al bajar los precios de todos los productos del mercado el sueldo real de los trabajadores aumenta y, por tanto, la cantidad de cosas que estos pueden comprar con el mismo numero de billetes es mayor. Esto suele enviar un mensaje a los empresarios diciéndoles que deben disminuir la cantidad de trabajadores e intercambiarlos por capital.
Efectos negativos:
Hay que actuar contra la deflación para potenciar la demanda y se pueda cubrir el desfase con la oferta. El consenso entre los economistas sobre la mejor opción se limita al énfasis en actuar para prevenir la deflación más que para combatirla.
Sus poseedores no van a querer gastar sólo ahorrar. Esta conciencia ahorradora generalizada presupone que tiende a deprimir la economía.
La dificultad para devolver las deudas ya contraídas aumenta porque cada vez se gana menos dinero.
Ganar cada vez menos dinero, incluso aunque no se pierda poder adquisitivo por la bajada de los precios, es demoledor para la habitual psicología humana.
Efectos positivos:
Tasas de interés cercanas al cero.
Una demanda creciente gracias a las bajadas de precios.
Resumiendo: El mejor escenario es una inflación lo más cercana a cero posible.