Principales desventajas de la moneda Bitcoin

Una vez que ya he comentado, en el artículo anterior, las principales ventajas de la moneda Bitcoin toca ahora hablar de las desventajas. A medida que gane en popularidad estas desventajas las van a airear los organismos oficiales hasta la saciedad.
 

Intervención y supervisión de los bancos centrales oficiales

No la tiene. Ni más ni menos. Es una moneda que va totalmente por libre. No tiene ninguna garantía legal. En realidad, visto fríamente, la moneda Bitcoin simplemente es un puñado de bits almacenados en un disco duro de un dispositivo electrónico. Nada más. La imposibilidad de que cualquier persona pueda duplicar los pagos con una misma moneda o se pueda falsificar ya es muy remota a día de hoy. Existe una gran cantidad de personas interconectadas entre sí que se encargan de realizar todas las comprobaciones de las transacciones realizadas. Un movimiento económico sin que sea validado no se acepta. Así de simple.

El problema radica, pues, en dos aspectos relevantes:
- ¿Quién me da más confianza?: la supervisión de un banco central o un puñao de fanáticos que se encargan de comprobarlo todo. Parece increíble pero lo que atenta contra toda la lógica sobrevive y se ha enfrentado de cara a los organismos más potentes del mundo mundial.
- ¿Operar con Bitcoins es legal?. Pues la verdad es que sí. Yo diría que ya casi todo el mundo tiene una tarjeta de puntos de su supermercado favorito o de su gasolinera habitual. Un Bitcoin no deja de ser como otros puntos más. Son todos estos puntos lo que se conoce como moneda virtual.
Resumiendo: Es una forma prometedora de efectivo electrónico, fuera del control de los bancos centrales y muy bien vista por los hackers.

Es una moneda muy especulativa

El gran interrogante en estos momentos es saber si Bitcoin va a ser capaz de sobrevivir a las actuales turbulencias que están sufriendo todas las divisas del mundo.

- ¿Cuál es la diferencia entre un Bitcoin y un punto de una tarjeta de una gran superficie?. Uno muy importante …. el punto del comercio siempre está soportado sobre algo real: dinero en una cuenta, oro, crédito disponible, derecho a un descuento en la próxima compra o lo que sea pero siempre se trata de algo físico. El Bitcoin es algo intangible y, consecuentemente, inembargable. Su valor no depende de lo que es sino que está en función de lo que la gente le quiera dar en función de la ley de la oferta y la demanda. ¿Qué quiero decir con esto?. Pues que, algo que es inmaterial en su esencia, su precio nunca podrá ser bien definido de forma objetiva y, por lo tanto, estará siempre sujeto a los caprichos de los especuladores.

Es una moneda usada por el mercado negro

Evidentemente. Como todo en esta vida.
Se pone por ejemplo paradigmático perfectamente comprobable Silk Road. Era una web en el que los vendedores de drogas anunciaban sus productos en un ambiente relajado similar al de Amazon o eBay. Tenían su carrito para las compras y la posibilidad de hacer comentarios sobre el servicio o leer lo que han hecho otros. El sitio usaba Tor que es una red que permite la anonimidad. Ocultaba la ubicación de sus servidores y los pagos con Bitcoins hacen que no hubiera ninguna constancia.
BitCoinLos vendedores de drogas no son los únicos interesados en los Bitcoins. Los hackers de Lulz Security, cuya campaña para distorsionar el tráfico online tuvo repercusión internacional en 2011, recibió miles de dólares en Bitcoins cuando prometió a sus partidarios que el dinero sería usado para lanzar ataques cibernéticos al FBI. Un informe, elaborado aparentemente por esa agencia y que fue filtrado por Internet el año pasado, dijo que “dado que Bitcoin no tiene una autoridad centralizada, detectar actividades sospechosas, identificar a sus usuarios y obtener registros de transacciones resulta muy problemático para los organismos policiales“.
Resumiendo: La red podría transformarse en una herramienta útil para actividades ilegales que trascienden el mundo cibernético tales como la pornografía infantil, el tráfico de drogas y el terrorismo. Pero mi pregunta es ¿qué puede hacer una persona proscrita por la sociedad?. Por ejemplo, un ciudadano cubano, coreano o centroafricano ¿por qué se le tiene que negar toda posibilidad de tener una oportunidad para poder prosperar?. No tiene ninguna culpa de las disputas internacionales partidistas. O sin ir tan lejos, ¿una persona embargada no tiene derecho a tener una segunda oportunidad para rehacer su vida y poder comer?. Y, elucubrando un poco, qué hace una comunidad que no tenga un banco al lado de su casa pero si tiene cobertura de Internet?
Se me ocurre que Bitcoin podría ser un buen referente si existiera internacionalmente como una divisa abierta reconocida por todos los estados para cualquier persona ….. pero a día de hoy esto es sólo una bonita utopía.

El marrón que supone eliminar el patrón oro

¿Qué es el patrón oro?. Es una reliquia histórica que ha utilizado el hombre durante miles de años como base fundamental del dinero. En sociedades donde nadie se fía de nadie el dinero tenía que tener una propiedad muy importante y es que tuviera lo que se conoce como un valor intrínseco. Es decir, si yo acepto unas monedas a cambio de mi producto el valor de las monedas que recibiré a cambio debe ser igual a lo entregado. Es por este motivo, que las monedas antiguas eran de metales preciosos. Para no andar con grandes cantidades de monedas en los bolsillos apareció bien pronto el billete que no es más que un vale que puede ser intercambiado por el oro correspondiente. En el papelito ponía algo así como que el gobierno o el banco central pagará tantas monedas de oro al portador que lo desee intercambiar. Esta situación en la que lo que circulan son papelitos intercambiables por su equivalente en oro duró hasta la Primera Guerra Mundial. Durante la guerra los gobiernos tuvieron la gran necesidad de conseguir más y más oro para poder financiar los enormes gastos de la contienda. Ante la imposibilidad de conseguirlo dictaron por ley que abandonaban la equivalencia de los billetes que estaban en circulación por el oro correspondiente. Hoy día el patrón oro ya no existe. Las actuales monedas que hay en circulación tienen un valor única y exclusivamente porque se sabe que el resto de la gente va a aceptarlos como pago. No porque el papel o la moneda tenga un valor en función del precio del papel o metales preciosos que contienen. Este dinero en circulación se dice que es fiduciario porque se basa en la fe o confianza que la sociedad tiene en él. Es una simple promesa de pago por parte de la entidad emisora que lo emite. Por lo tanto, es una deuda. Sin esta declaración de que se atenderá al pago, la moneda no tendría ningún valor.
Una de las grandes ventajas es que si se usa el patrón oro los precios se estabilizan, dentro de una estrecha franja, los valores de las diferentes monedas que aceptan el mismo. Si un país sufre déficit en la balanza de pagos produce un flujo de salida de oro fuera de su territorio. Si no se toman medidas compensatorias por parte del banco central del país afectado este flujo de salida causa una contracción en la oferta monetaria. Este hecho, a su vez, causa la disminución de los precios en el mercado interno con respecto a los de otros países. Automáticamente se alientan las exportaciones y se reducen las importaciones. Se posibilita así un flujo de oro que entrará al país. Se genera de este modo, mediante el patrón oro, una compensación automática que lleva al equilibrio al cual ayudan, además, los flujos de capital que actúan del mismo modo.
Sus contrarios aducen que el suministro de oro, que está relacionado con la actividad minera, es insuficiente al no estar relacionado con el suministro global de bienes que están relacionadas con la actividad económica en general y no sólo con la minería. También afirman que las reservas de oro están mal repartidas en proporción al peso real de la actividad económica de cada país en el mundo. Lo cierto es que el argumento de que las reservas auríferas en el mundo son desiguales no es sostenible . La verdadera responsabilidad hay que buscarla más bien en los repetidos fracasos de los diferentes gobiernos para poder restaurar un patrón oro tan estable como el que existía antes de la Primera Guerra Mundial. Los economistas explican que el uso de un patrón oro da lugar a etapas largas de fuerte crecimiento económico separadas por depresiones severas e intensas que dan lugar al empobrecimiento generalizado durante periodos cortos de tiempo. Pero estos ciclos también ocurrieron repetidas veces a lo largo del siglo XX sin que existiera ya el patrón oro. Parece que es un argumento que no se sostiene mucho por ningún lado. Pero un hecho cierto es que el abandono total del patrón oro ha supuesto un crecimiento enormemente disparatado de la oferta monetaria mundial. Ha sido muy superior al crecimiento total de los bienes y servicios que la sociedad es capaz de producir. Son dos ritmos de crecimiento muy diferentes. Esto es así porque la actual moneda está sustentada gracias a la inflación permanente en la que vivimos las sociedades occidentales. Es por este motivo que el patrón oro aún hoy tiene sus defensores.
Cualquier puesta en circulación de nueva moneda conocido popularmente como imprimir billetes (más inflación) y la manipulación de los tipos de interés, por parte de gobiernos y bancos centrales, producen periodos de auge en la actividad económica. Éstos acaban conduciendo a una asignación errónea de los recursos. Una vez cesa la emisión del nuevo dinero con la subida de los tipos de interés se produce el estallido económico. La explosión de las burbujas, creadas artificialmente con dinero a crédito, que no procede del ahorro real sino de préstamos, sin respaldo de ahorro previo, acaba siendo inevitable.
En las crisis las inversiones erróneas no tendrán salida y se produce, forzosamente, una nueva reasignación de los recursos que se adaptan mejor a las necesidades más urgentes de los consumidores. Las inyecciones de liquidez con dinero nuevo creado de la nada usado para solucionar las quiebras de las empresas y la falta de recursos de las administraciones públicas no consiguen más que alargar los periodos de depresión y, en el peor de los casos, colapsar el sistema monetario.
Resumiendo: Al tener un billete de curso legal en el bolsillo, o dinero fiat, estamos en las manos de los poderosos que endeudan la moneda a su antojo y conveniencia. Si que es cierto que un billete de 50 euros siempre será de 50 euros. La cuestión está en qué valor real tienen esos euros, es decir, qué podemos comprar con ellos cada día.
¿Ante tal situación qué cabe hacer?: mi consejo es siempre el mismo diversificar el riesgo.