Una moneda real todo el mundo sabe lo que es. Estamos acostumbrados a ella desde que nacimos. No ha sufrido evoluciones en el tiempo. Como medio de pago aceptado tenemos tanto las monedas como los billetes de curso legal.
La moneda virtual estos últimos años ha ido evolucionando. En realidad, casi todos hemos conocido lo que era una libreta de ahorro en un banco. Te daban una libretita en la que iban apuntando los saldos que te correspondían en función de las cantidades de dinero ingresadas y retiradas del banco. Se basa en la confianza que se tenga al banco en cuestión. De si hace bien o mal los cálculos. El proceso de cambio ha sido tal que en esta operativa se han introducido los ordenadores y las conexiones telemáticas. El dinero ha pasado a ser un simple apunte informático que está en algún ordenador que prácticamente nadie sabe donde está. Nos hemos acostumbrado a su fiabilidad y nadie lo pone en cuestión. Los gobiernos y la banca se han preocupado mucho de que el sistema sea realmente seguro.
Pero estamos, probablemente, asistiendo a la mayor revolución monetaria desde la invención del papel moneda … pero pocos lo sospechan todavía. La criptografía matemática ya ha revolucionado el mundo de las comunicaciones en Internet al permitir transmisiones de datos seguros y, con ello, el desarrollo del comercio electrónico. Y ahora ya estamos en una nueva era monetaria. El dinero electrónico ya no es una novedad.
Internet ha cambiado tanto la vida de las personas que ya incluso se puede hablar de monedas virtuales. La más aceptada creada hasta el momento es Bitcoin. La gran novedad que ofrece es el de ser una moneda electrónica, descentralizada, encriptada (esto es no falsificable) y esencialmente anónima. Los pagos no están controlados ni tienen que ser validados por ningún organismo central, financiero o bancario, estatal o privado. Es un intercambio de moneda P2P similar al intercambio de archivos P2P.
El Tesoro norteamericano ya lleva días con la mosca detrás de la oreja. En la primera nota informativa que ha emitido no detalla una regulación exacta. Sí establece una primera definición sobre los actores implicados en la gestión y el uso de estas monedas virtuales que ha crecido espectacularmente en los últimos meses. Todo dependerá del marco regulatorio que Estados Unidos establezca en el futuro próximo. La nota aclara que no están sujetos a ley los usuarios que utilizan esa moneda virtual. Es decir, el internauta que recurre a una Bitcoin (u otra moneda virtual convertible) para comprar algo en la red ya sea virtual o real. En cambio, sí están sujetos a la ley aquellas personas que gestionen intercambio de divisas y las cambien por dinero real. En principio, supone que esta gestión deberá estar registrada adecuadamente y estar sujetas a las normas de regulación del Tesoro norteamericano.