Ahora que las criptomonedas se han asentado definitivamente en nuestro día a día, las empresas se han decido a entrar con fuerza en esta nueva faceta de la economía. Esta afirmación la podemos sustentar en que no solo se dedican a la minería, tarea ya prácticamente imposible de realizar por un particular, ya que el minado requiere una potencia de cálculo y una cantidad de energía al alcance solo de grandes corporaciones, sino que también permiten realizar pagos mediante criptomonedas como el BTC, ETH etc. un paso muy importante para la normalización de estas divisas de cara al futuro.
Otra muestra de la aceptación de las criptomonedas es que desde hace tiempo podemos negociar con ellas mediante contratos por diferencia o CFDs con los brókeres más importantes, por ello no es para nada extraño encontrar en plataformas como Plus500 la opción de operar con bitcoin a través de derivados en pares como BTC/USD, o cualquiera de las otras grandes divisas del mundo.
BTC/USD
Si durante el mes de julio el dólar estadounidense le estuvo comiendo terreno al bitcoin (si a finales de junio BTC rozaba los 13 000 dólares ni un mes después ya cotizaba a menos de 9 500 dólares) tras la decisión de Facebook de retrasar la salida de su criptodivisa Libra, o las declaraciones de altas instituciones financieras contra el BTC en particular, y las criptomonedas en general, parece que el recrudecimiento de la guerra comercial que enfrenta a las dos mayores economías del mundo ha hecho que las evidentes virtudes de bitcoin resulten aún más atractivas para inversores y especuladores de todo el mundo. Logrando BTC un repunte y acercándose a su máximo del 2019, que se alcanzó el 26 de junio pasado (como ya hemos señalado la unidad de bitcoin rozó los 13 000 USD), en esta ocasión se superaron los 12 000 USD el 8 de agosto, aunque la semana siguiente no ha hecho más que acumular pérdidas, y, exactamente 7 días después, BTC se cotiza a 9 900 USD por bitcoin.
Su alta volatilidad, que tan pronto nos asombra con grandes subidas como con igualmente espectaculares caídas, lo convierten en un producto atractivo para las operaciones con derivados, siempre que se conozcan profundamente los riesgos que implican este tipo de productos financieros, que no son recomendados para traders inexpertos.
ETH/USD
Bastante peor se han comportado algunas de las otras grandes criptomonedas durante las últimas semanas.
Si bien es evidente que en términos relativos las bajadas han sido menos pronunciadas, en términos absolutos ha sido prácticamente una debacle, el 26 de junio, cuando BTC alcanzó su máximo en lo que llevamos de 2019, ETH rozaba los 340 USD por unidad, a mediados de agosto cada ETH se cotiza en 182 USD. La caída ha sido de casi un 50 por ciento, aunque debemos recordar que Ethereum comenzó el año cotizando a unos 136 USD, por lo que a pesar de la tremenda bajada y esperando a ver cómo se comporta en las siguientes semanas, aún podemos decir que el cómputo general es bueno.
XRP/USD
En el caso de la criptomoneda de Ripple la caída ha sido prácticamente igual de pronunciada que la de ETH.
En su caso, el máximo del 2019 lo alcanzó 4 días antes que bitcoin y Ethereum, y el valor por unidad se situaba en 0,477 USD, y a día de hoy podemos encontrarlo cotizando a 0,262 USD.
Su historia durante el 2019 se parece mucho a la de BTC o a la de ETH, pero hay una importante diferencia, al contrario de las otras grandes XRP valía más a 1 de enero que a mediados de agosto, no sabemos cómo se comportará, pero desde luego, y a pesar de ser conocida como la criptomoneda de los bancos, parece que no cuenta con toda la confianza de los inversores.
De cara al futuro
Llevamos un 2019 bastante movidito, guerras comerciales, nuevos actores que entran en liza en el escenario de las criptomonedas… Algunos de estos eventos han jugado a favor de ellas y otros en contra, por lo que debemos ser prudentes en cuanto al futuro de las criptodivisas. Aunque su repunte en lo que llevamos de 2019 y la superación del durísimo 2018 nos hace pensar que al menos merecen un voto de confianza, ya que muchos de los procesos que afectan al dinero fiduciario afectan a las criptomonedas, y el dinero lleva sirviéndonos de muchísima utilidad durante ya varios siglos.